domingo, 27 de septiembre de 2009

A la cuarta, ni los bueyes.

A la cuarta, ni los bueyes
Probablemente alguna vez en la vida has escuchado o utilizado el refrán: "A la cuarta, ni los bueyes", empleado con uno de los dos significados siguientes:
  • "Sí a la tercera oportunidad no se pudo lograr un propósito, a la cuarta mucho menos" ó,
  • "A la cuarta de distancia, ni los mansos bueyes se soportan".

En base a dos evidencias creo y sostengo que su significado actual es resultado de la evolución de nuestro idioma y expongo:

  • Uno de los primeros diccionarios del español en América, elaborado por el Dr. Carl Herman Berendt, titulado "PALABRAS Y MODISMOS DE LA LENGUA CASTELLANA SEGUN SE HABLA EN NICARAGUA (1874) en una de sus entradas registra lo siguiente: "Cuarta: látigo, principalmente para montar a caballo, y entre éstos el más grueso y fuerte."
  • Un refrán mexicano enuncia: "Al animal que se encuarta, no le llegues con la cuarta" aconsejando que si un cuadrupedo queda inmovilizado de sus patas delanteras se evite golpearlo con un látigo ya que eso no contribuirá a hacerlo salir del mal paso.
Por lo tanto el refrán, que nos debe haber llegado antes del siglo XVIII desde Mexico, los nicas lo hicimos propio en una variante simplificada pero más filosofal y dado que con el paso del tiempo sólo hemos preservado "cuarta" como unidad de volumen (una cuarta de aceite o gas), como medida de longitud (unos 20 centimetros aproximadamente) o como número ordinal, es que tambien vió modificado su significado a cualquiera de los sentidos con que lo reconocemos y manejamos en la actualidad.

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