martes, 29 de septiembre de 2009

El amor es ciego

"El amor es ciego"
Este refrán que manejamos los nicas, en realidad de origen tan antiguo como de empleo universal, es descrito por Sancho Panza, en el capítulo XIX de la segunda parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de la siguiente manera: "...el amor, según yo he oído decir, mira con unos anteojos, que hacen parecer oro al cobre, a la pobreza riqueza y a las lagañas perlas." Y la verdad es que, siguiendo el axioma, hombres y mujeres han regido de esa manera parte importante de su conducta a través de los siglos.
Es hasta muy reciente que la ciencia ha logrado desentrañar, al menos parcialmente, la causa de este accionar: Los sentimientos generados por el amor, tanto maternal como romántico, inciden en determinadas regiones del cerebro suprimiendo la producción de una neurona asociada a los procesos de crítica social y emociones negativas hacia las personas amadas. De esta manera, los seres humanos al amar perdemos la capacidad de juzgar con imparcialidad los actos del ser amado así como la capacidad para valorar cualquier prueba relacionada con lo inapropiado de su conducta.
Sin embargo, el hecho de que la ciencia haya encontrado una explicación parcial para la causa que sustenta el refrán no implica que los seres humanos, incluidos los nicas, dejaremos de comportandonos como ciegos cuando amamos.

lunes, 28 de septiembre de 2009

A falta de pan, buenas son semitas.

A falta de pan, buenas son semitas.



Este refrán, con que los nicas aseveramos que: "Carentes de una opción principal, debemos conformarnos con lo que contamos como reemplazo" contiene elementos que entran en contradicción ya que la "semita" actualmente es una de las variedades más sabrosas de pan pues presenta su superficie cuadrada bañada con "dulce de atado" derretido.

Creo que nuestra versión la construimos sobre la base de un refrán español que enuncia: "A falta de pan buenas son tortas" el cual se estableció en la España del siglo XV cuando era más preciado el pan que las tortas pero en cualquier caso los nicas seguiremos empleándolo con preferencia sobre otros refranes alternativos, y más severos aún, tal como: "El que no tiene mama con su tía se conforma".


domingo, 27 de septiembre de 2009

A la cuarta, ni los bueyes.

A la cuarta, ni los bueyes
Probablemente alguna vez en la vida has escuchado o utilizado el refrán: "A la cuarta, ni los bueyes", empleado con uno de los dos significados siguientes:
  • "Sí a la tercera oportunidad no se pudo lograr un propósito, a la cuarta mucho menos" ó,
  • "A la cuarta de distancia, ni los mansos bueyes se soportan".

En base a dos evidencias creo y sostengo que su significado actual es resultado de la evolución de nuestro idioma y expongo:

  • Uno de los primeros diccionarios del español en América, elaborado por el Dr. Carl Herman Berendt, titulado "PALABRAS Y MODISMOS DE LA LENGUA CASTELLANA SEGUN SE HABLA EN NICARAGUA (1874) en una de sus entradas registra lo siguiente: "Cuarta: látigo, principalmente para montar a caballo, y entre éstos el más grueso y fuerte."
  • Un refrán mexicano enuncia: "Al animal que se encuarta, no le llegues con la cuarta" aconsejando que si un cuadrupedo queda inmovilizado de sus patas delanteras se evite golpearlo con un látigo ya que eso no contribuirá a hacerlo salir del mal paso.
Por lo tanto el refrán, que nos debe haber llegado antes del siglo XVIII desde Mexico, los nicas lo hicimos propio en una variante simplificada pero más filosofal y dado que con el paso del tiempo sólo hemos preservado "cuarta" como unidad de volumen (una cuarta de aceite o gas), como medida de longitud (unos 20 centimetros aproximadamente) o como número ordinal, es que tambien vió modificado su significado a cualquiera de los sentidos con que lo reconocemos y manejamos en la actualidad.