viernes, 25 de diciembre de 2009

Estar como hijo de molendera: Harto y panzón.

Estar como hijo de molendera: Harto y panzón.
En la vida rural nica "la molendera" o encargada de "echar" las tortillas era la primera persona en levantarse y la última en acostarse teniendo como tarea fundamental "palmear" las tortillas que en cada tiempo de comida consumía la peonada. Sus hijos tenían el privilegio de tener acceso directo a las unidades recién salidas del comal, así como a la porra de frijoles en bala que junto al fogón se mantenía, destacandose por su panza hinchada y, muchas veces, su ombligo resaltado. El refrán utiliza la figura anteriormente descrita para identificar a alguien que ingirió alimentos hasta atiborrarse.

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